Las autoridades sanitarias no se cansan de decirlo: lavarse las manos lavarse las manos de forma correcta es una de las mejores maneras de protegernos del Covid-19 (además del confinamiento). Debemos hacerlo con agua y jabón durante al menos 20 segundos y, si no hay agua ni jabón, usar un desinfectante para manos con al menos un 60% de alcohol.
Algunos estudios dicen que las bacterias pueden sobrevivir en la superficie de una barra de jabón y aconsejan el jabón en gel, otros que no, que da lo mismo la forma del jabón. Tampoco es necesario lavarse las manos con agua caliente porque el agua fría ha demostrado ser tan efectiva como la caliente para eliminar virus y bacterias como E.coli.
Sea como sea, el caso es que podemos llegar a lavarnos las manos docenas de veces al día. Esta periodicidad constante y la exposición de las manos a las fórmulas de los desinfectantes a base de alcohol pueden afectar a nuestra piel: sequedad excesiva y, en algunos casos, piel irritada y agrietada.
El uso repetido no solo de jabones, sino de detergentes y gel de alcohol, puede comportar problemas en las manos de cualquier persona pero especialmente en aquellas que tienen la piel particularmente seca o con afecciones como ezcema o psoriasis. El uso excesivo de jabones y desinfectantes para manos puede hacer que la piel se seque y se agriete.
Es una causa común e importante de lo que se conoce como dermatitis de contacto irritante (una forma de ezcema) porque el agua y el jabón en exceso pueden eliminar el manto lipídico de la piel. Además. puede:
Todo esto puede ocurrir en los casos en los que nos lavamos las manos con frecuencia. Algo que seguramente todos estamos haciendo en estos momentos.
Lejos de disuadir a las personas de seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias y gobiernos para reducir la propagación del Covid-19, sí pueden seguirse una serie de medidas en cuanto a lavado de manos se refiere. Algunas de las recomendaciones de la Sociedad Española de Dermatología y Venerología (AEDV) son: