La OMS y la UNICEF recomiendan que la única fuente de nutrición de nuestros bebés hasta los seis meses de vida sea la leche materna o bien en su caso leche de fórmula sí por alguna razón no pudieron dar leche materna. No hay que apresurar la alimentación de nuestros hijos ya que podríamos afectarlos en lugar de beneficiarlos. A final de cuentas van a terminar comiendo de todo, disfrutemos con ellos cada sabor nuevo que prueben. 

A partir de los seis meses podemos ir introduciendo alimentos sólidos, pero durante este periodo y hasta los 12 meses de edad, la leche materna (o de fórmula) seguirá siendo su PRINCIPAL fuente de nutrición. Un bebé se adapta a la mesa familiar por lo general de los 18 a los 24 meses de edad.

Por lo mismo crear un menú estricto a esta edad es complicado porque primero vamos a ir probando alimentos para descartar alergias y que su sistema digestivo vaya trabajando los nuevos alimentos. Podríamos decir que del sexto al séptimo mes será un mes de prueba.

Cada pediatra o médico familiar tiene sus recomendaciones para iniciar con esta etapa de la alimentación complementaria. Yo les voy a platicar lo que mi pediatra me recomendó y fue un éxito con mis hijos. Primer punto tomar la decisión en familia (mamá y papá) porque siempre habrá personas que nos darán consejos (abuelitas, amigas, conocidas, vecinas, etc), y claro que podemos escucharlas pero a finalmente la decisión es nuestra.

Las opciones este mes serán cereales, frutas y verduras.

Podemos comenzar con el cereal de arroz integral (sin azúcar añadido) en la leche materna (o de fórmula) por la mañana. Te comento que de arroz porque es de los granos con menos potencial alérgico, pero también la avena es de los primeros cereales que tu bebé puede probar.

Ahora sigue elegir cuál será su primer fruta o verdura. Algunos dicen que es mejor comenzar con verduras para que no se acostumbren a los sabores dulces de las frutas y luego vayan a rechazar las verduras.

Algunas de las primeras verduras y frutas  que podemos elegir son: calabacita, chícharos, ejotes, brócoli, zanahoria, acelgas, espinacas,  manzana, plátano, mango, ciruela, durazno, pera, guayaba, papaya etc..

Les recomiendo que las consigan orgánicas para reducir el riesgo de que nuestros bebés ingieran pesticidas o fertilizantes químicos o tóxicos, y lavarlas y desinfectarlas naturalmente.

Las primeras papillas yo prefiero ofrecerlas sin combinar por dos razones:

1. Porque es más fácil identificar cuando algún alimento les cae mal a nuestros bebés (alergia, intolerancia, diarrea, etc).

2. Porque se acostumbran a los sabores de cada alimento individualmente. Tip: Podemos enseñarles la fruta o verdura que les vamos a dar antes de hacerla papilla o triturarla para que la ubiquen. Así comienzan a relacionar los sabores con lo que ven y/o sienten.

SEMANA 1:

Supongamos que elegimos brócoli como su primer verdura. El día 1 le damos solo una cucharadita de las de cucharas de bebés. Y evaluamos los signos para ver que no tenga ninguna reacción alérgica. Entonces en el día 1, solo va a comer una vez al día y una sola cucharita de brócoli. El horario para darlo, es ideal que sea a la hora de la comida, y sentarlo en su silla alta (periquera) para que vaya relacionando la hora de comer en familia.

Día 2: Si no vimos nada extraño como salpullido o vómito, en este segundo día le damos 5 cucharaditas de brócoli.

Día 3: Le ofrecemos 10 cucharaditas de brócoli.

Día 4: Como el brócoli es considerado como una verdura laxante, lo idóneo sería que el siguiente alimento que les demos a probar sea astringente. Podemos elegir la manzana o bien seguir con alguna otra verdura. Entonces en el día 4 le vamos a dar 9 cucharaditas de brócoli y 1 una manzana.

Día 5: 5 cucharaditas de manzana y 5 de brócoli.

Día 6: 9 cucharaditas de manzana y 1 de brócoli.

Día 7: 10 cucharaditas de manzana.