En primer lugar, cogeremos el contramuslo y le daremos la vuelta, por la parte donde se ve el hueso, procederemos a meter la punta del cuchillo por la parte del hueso al espinazo, cortamos un poco sin llegar a cortar el hueso, de esta manera no se nos astillará, lo cogemos de las dos partes y lo (crujimos) para así separa el hueso del espinazo.
Una vez que ya hemos separado el hueso, procederemos a quitar el hueso completamente de la carne, introduciremos la punta del cuchillo a la carne que va pegada al hueso, empezaremos abriendo por la parte que separamos el espinazo, para llevar una guía y así no dejarnos mucha carne en el hueso.
Finalmente abrimos nuestro muslo, con la piel hacia abajo, vamos abriéndolo poco a poco, para así poder hacerlo mejor a la plancha y se haga por dentro.