Muchas personas piensan que la jícama es un vegetal aburrido y sin sabor, pero la verdad es que la jícama está repleta de nutrientes, vitaminas y minerales y muchos beneficios para la salud. La jícama es muy conocida por su habilidad de ayudar a controlar la diabetes, reducir la presión arterial, mejorar la función cognitiva y muchas otras propiedades más.
Lo mejor de todo es que tienen un sabor único y delicioso. La jícama no sabe como ninguna otra raíz que hayas probado, es algo dulce, crujiente y es súper hidratante. Es un alimento básico en las cocinas centro y suramericanas.
A la jícama también se le conoce como batata mexicana o nabo mexicano, es una raíz parecida a una papa; le toma de 6 a 9 meses crecer y por lo general la consigues en climas cálidos. Tiene una piel gruesa y con manchas, pero por dentro tiene un color blanco y es algo lechoso, su forma es como un círculo aplastado, más ancha de lo que es alta.
Las jícamas están disponibles en cualquier supermercado, la próxima vez que veas una, asegúrate de comprarla. Este vegetal puede de hecho mejorar tu salud de muchas maneras diferentes. A continuación hablaré sobre algunos de las propiedades más beneficiosas de la jícama.
La jícama ofrece grandes beneficios para prácticamente todos los sistemas, órganos y funciones del cuerpo. Están repletos de vitamina C, ácido fólico, potasio, magnesio, vitamina E, hierro, cobre, incluso contienen proteína, además son muy bajas en calorías y no poseen nada de grasa.
Estas son algunas de las formas en las que la jícama puede beneficiar tu salud:
La jícama es un vegetal maravilloso que beneficia nuestro cuerpo y salud de muchas diferentes formas, de pies a cabeza. Si no has probado la jícama aún, es momento de que la incluyas en tu lista de supermercado
Primero que nada, después de lavarla, la debes pelar, ya que su cáscara es muy gruesa y no se digiere fácilmente.
Una vez pelada, verás que es muy parecida a una pera por dentro, crujiente y blanca. Para comerla la debes picar en lonjas finas para agregar a tus ensaladas o a los sofritos para sazonar cualquier platillo con un toque un poco dulce y curjiente. Recuerda que la jícama se puede comer tanto cruda como cocida.
Si quieres probar la jícama o si ya la has comido, comparte tus pensamientos y recetas saludables con nosotras a continuación.
No olvides compartir este artículo con todos tus seres queridos para que ellos también comiencen a beneficiarse de todas las propiedades de esta deliciosa raíz.
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